jueves, 9 de agosto de 2007

Primeras impresiones

Vaya diita! Sin apenas haber dormido, dos vuelos: Varsovia-Helsinki y Helsinki-Delhi. En la cola para embarcar en el primero conoci a una chica que despues resulto ser Anna Mucha, una actriz polaca. Me entere porque todo el mundo le pedia autografos. Fuimos hablando todo el viaje, muy simpatica. En el segundo me toco con una pareja joven polaca que, por cierto, hablaba espanol. Tambien muy majos.

La llegada: dejandonos aconsejar por la Lonely Planet nos dividimos en dos taxis de la compania tal y tal, rumbo al "hotel" que habiamos reservado en la calle Main Bazaar. Al minuto de salir del aeropuerto, en medio de una rotonda, nuestro taxista nos dice que nos va a dejar alli porque hay un "problem" y que en cinco minutos viene un coche mejor a buscarnos. Nosotros, desconfiadisimos, que ni de cona. Todo esto en un ingles patatero en el que resulta dificil entenderse, como tampoco entendemos sus codigos, sus gestos, ni sabemos que pretende realmente. La paranoia Lonely Planet advierte de tantos enganos que uno ya ni sabe. El insiste en que enseguida viene un coche mejor y yo le contesto que nos gusta mucho su coche. El tipo sonrie de forma indescifrable, arranca y a los tres o cuatro kilometros se mete en una gasolinera. La luz del aceite encendida y el agua del radiador a punto de hervir. Echa aceite, arrancamos y a los dos minutos otra vez el aceite. Nosotros rezando para que la cafetera esa no nos deje tirados alli en el medio de la nada, a la una y pico de la manana.

Como conducen! Yo no se si habia carriles marcados, pero los coches aprovechan la carretera al maximo. Ibamos emparedados entre camiones destartalados, algunos sin puerta, otros con gente durmiendo en la parte de atras encima de todo tipo de objetos, debian de estar incomodisimos. Mis favoritos son los camiones con la cabina decorada con todotipo de colores horteras, muchos llevan bombillas verbenero-burdelicas... Los camiones llevan escrito en la parte de atras: "blow horn", o sea, toquen el claxon. Le pregunte al taxista por que y no me respondio, no se si porque estaba mosqueado por lo del aceite o porque no me entendio. Pero enseguida vi la razon. Aqui la gente adelanta de oido. Tu primero avisas: cuidao, que voy!!! Entonces el otro sabe que mejor que no cambie de carril hasta que vea que le has adelantado. Un sistema mucho mas seguro que usar los retrovisores, que distorsionan la realidad. Ademas, nosotros ibamos tranquilos porque no pasamos de diez por hora. Bueno, eso es lo que marcaba la aguja paralitica...

En esto que el tipo gira en una calle sin asfaltar llena de barracas a los lados, edificios destartalados al fondo, perros abandonados y gente durmiendo por las esquinas, casi sin iluminacion, apenas un par de luces huerfanas. "Main Bazaar", dice. "Suputamadre", pensamos. "Aqui mismo", dice el tipo, ya con ganas de bajarnos. Y nosotros: va a ser que no, que vamos al 5084 de esta calle. El tipo intenta arrancar de nuevo, pero el coche pasa. Nosotros ya flipando. Se baja y se acerca a un grupo de gente que habia por alli. Nosotros, pendientes del maletero. Y flipando. De la oscuridad salen tres tipos, se acercan y se ponen a empujar la cafetera, por fin arrancamos y llegamos a nuestro ansiado Ajay Guest House, donde el resto del grupo nos esperaba hacia tiempo. Me senti un poco culpable porque realmente habia un "problem" y, con la conciencia intranquila le deje veinte rupias de propina. Ni pajolera idea de cuanto es eso en euros, yo es que con el dinero nunca me aclaro. Asi me va ;)

Pero claro, no podia ser tan facil. La reserva no les sonaba de nada. Asi que nos mandaron a sus amiguetes de enfrente. El pasillo: laberintico, habitado por (al menos) una cucaracha muy desarrollada. La habitacion: cuuuuutre, pero con una cama estilo colonial que te cagas. El bano: indescriptible, pero, a falta de fotos de momento, intentare describirlo: azulejos celestes descoloridos, el lavabo y el vater azules, la ducha es un cano que sale de la pared y tiene cinco (!!) grifos, pero no hay plato de ducha, el suelo tiene desnivel para que se vaya el agua hacia un sumidero que hay debajo del lavabo. En el lavabo, bolitas de alcanfor en el agujero, supongo que para que no entren por ahi visitas indeseadas. Hay varios cubos cuyo proposito ignoro, pero deben de ser para baldear la habitacion despues de ducharse. En la pared, un termo oxidado que no se si funciona, pero me daria miedo encenderlo. Da igual, el agua sale tibia de todos modos. Mi hermana, preocupada porque no hay donde colgar la mosquitera, a no ser que la enganchemos al ventilador.

Una vez instalados, subimos al bar del tejado a relajarnos denuestra histeria colectiva comentando las mejores jugadas. Pero la histeria sigue. Tomamos agua? Si, pero solo si nos la traen cerrada. O mejor Esprait o Cocacola, que no se pueden rellenar. Pero el Esprait viene abierto y con una pajita. Tomarselo o no tomarselo, esa es la cuestion. Yo, con hambre. Menos mal que mi hermana trae sanguiches de jamon serrano y queso manchego, je je. Me los como agarrandolos a traves de la bolsa de plastico, pues no me he lavado las manos. La vista desde la terraza: tejados de uralita y gente durmiendo encima semidesnuda. Ni mosquitera ni hostias. Bajamos. En el, ejem, hotel tambien hay gente durmiendo encima de las mesas, en los sofas del pasillo, en los sillones de la terraza... Claro, asi estan abiertos 24 horas. Vas, despiertas a uno, le pides lo que sea, y ya. Y por eso estamos ahora en el pseudociber de teclados pegajosos (os lo juro, mi teclado esta lleno de mocos!!, debe de ser la primera prueba para vencer el asco) donde, por cierto, acabamos de ver a un simpatico ratoncito alojado en el interior de la impresora prehistorica. Un raton de verdad, no de los otros.
Un autentico raton informatico.

Son casi las cuatro de la manana hora india (por cierto, como es posible que la diferencia horaria sea de tres horas... y media!?), asi que nos vamos a sobar ya. Manana mas.

Saludos a todos desde Delhi!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale, primer dia y me he reido muchisimo! Mis compañeros de trabajo me estan mirando con cara rara ("que coño le pasa a este?").
Me encantan las aventuras de este estilo... claro que gustan mas cuando les pasan a otros, o cuando las recuerdas tiempo despues si te han pasado a ti.

Anónimo dijo...

Por cierto, soy Nacho ;)

Alfonso dijo...

¡Nacho, qué sorpresa! Me alegro de verte por aquí :) Como sé que ya has dejado comentarios en otras entradas, allá voy raudo a responderte.

Un abrazo.